Justificación
En este blog pretendemos trabajar la percepción espacial y temporal mediante la orientación, situación y estructuras rítmicas. Para comenzar definimos la percepción espacio-temporal como la capacidad que tienen las personas de interpretar y coordinar los sistemas temporales a través de los sentidos con los movimientos del cuerpo, en el lugar que estamos (espacio) y en el momento (tiempo). Estas dos percepciones no se pueden separar ya que ambas ayudan al niño en el conocimiento del propio cuerpo y de los demás.
Asimismo, hay que destacar la importancia de trabajar el desarrollo corporal, ya que la adecuada evolución motora no sólo favorece o potencia las habilidades físicas y de actividad, sino que es necesaria y complementaria en el desarrollo de las inteligencias en todos los aspectos del crecimiento humano. Esto influye en la forma en la que se aprende y se organizan dichos aprendizajes, en la manera en la que se llevan a cabo y se relaciona con el resto de ámbitos de la evolución corporal, mental y cognitiva, potenciando el orden, la estructura, el asentamiento y las conexiones entre los procesos ya adquiridos y los nuevos por descubrir, perfeccionando y proporcionando herramientas para su uso y comprensión de la realidad más próxima a través del movimiento y la activación de sus sentidos favoreciendo la comprensión del mundo que le rodea.
En la infancia es inevitable desligar el movimiento corporal del proceso evolutivo a nivel global de los niños/as, por lo que debemos aprovecharnos de esta cualidad y a través de la práctica, juegos, actividades, etc., con un sentido más allá de lo lúdico, potenciar el desarrollo de las habilidades y/o inteligencias cómo la corporal, la espacial o emocional entre otras, proporcionando estímulos y experiencias, teniendo en cuenta que cuantas más experiencias mayor es el aprendizaje y el manejo competente de aquello que se practica, abriendo la puerta para que en el futuro al enfrentarse ante cualquier actividad físico-deportiva resulte más atractiva y fácil de alcanzar.
También, trabajar el desarrollo corporal junto con la percepción espacio-temporal desde la infancia potencia el aprendizaje de sus posibilidades de acción, de sus capacidades voluntarias e involuntarias de reflejo. Además, si se realiza de manera respetuosa y agradable en la que el niño pueda y quiera participar, se favorece la afectividad fomentando el autoconcepto y el concepto del contrario, igualmente, el trabajo de la percepción espacio-tiempo ayuda a la configuración de su estructuras cerebrales a nivel de ubicación y a la creación o reconfiguración de sus esquemas de aprendizaje, fortaleciendo su inteligencia espacial y capacidad motora, potenciando el movimiento ordenado y equilibrado.
Entendemos que la percepción temporal es la señal en la maduración infantil provocada cuando se pasa de la concepción inconsciente a su desarrollo consciente. Esta representación mental, proporciona al niño colocar los sucesos o hechos en en el pasado o en el futuro, y le facilita una perspectiva temporal. Además, debemos añadir que es inseparable de la percepción del espacio, en relación con el propio cuerpo.
Cada movimiento, desplazamiento o actividad corporal sucede en un tiempo y ritmo definido, y la información del espacio donde sucede da la información sobre el transcurrir del tiempo. Centrándonos en la percepción, el niño consigue y va interiorizando la noción de tiempo de la ordenación de sucesos, de su colocación o intervalos y de su durabilidad. El niño percibe que sus movimientos tienen una duración, ritmo y coordinación concreta, y es capaz de segmentarlos.
Centrándonos en la edad de 3-4 años en la que se centra nuestro blog, es cuando el niño comienza a entender las nociones de velocidad y empieza a hacer diferencia entre rápido y lento. Además, empieza a comprender las primeras clasificaciones de orden y sucesión de sucesos como las rutinas diarias (me levanto, desayuno, me lavo, me visto...).
Se desarrollarán cuatro sesiones con diferentes actividades cada una, para fomentar la percepción espacio temporal a través de estructuras rítmicas, situación y orientación en una clase de 3 / 4 años. En estas edades los niños tienen solo un punto de vista ya que aún no está desarrollada por completo la capacidad de orientación espacial, puesto que ésta se obtiene sobre los 6 años. La concepción del espacio en los niños es muy lenta, se pueden diferenciar su desarrollo en dos periodos, la primera etapa desde los 2 hasta los 6 años y la segunda desde los 6 hasta los 12 en la que ya se adquiere la organización espacial. Para conseguir la percepción espacio temporal tenemos que conseguir orientación, estructuración y organización, todas ellas alcanzadas en sus períodos.
Véase: Justificación teórica